Colombia es un país que cuenta con un amplio escenario de desarrollo musical, principalmente por la diversidad de culturas que convergieron en su interior.

 En un principio se encontraba la cultura precolombina en todo el territorio colombiano. Sin embargo, con la llegada de los españoles colonos y posteriormente con la cultura africana esclava del siglo XVI, se inicia un proceso de fusión entre las tres culturas.

 Con la llegada de los españoles al país se fortalecieron ciertos centros de gran influencia del régimen europeo, en donde las comunidades indígenas se encontraban reprimidas en los territorios que ya habían sido colonizados y que iniciaban sus procesos para convertirse en espacios totalmente urbanos.

 Por otro lado, al centrarse el poder del régimen en puntos claves del territorio, se permitió el desarrollo de de las zonas rurales, en donde no se mantenía mucho control a la población.

 Es así como posteriormente en el siglo XIX, los espacios rurales, en los que se permitían mayores libertades, se fusionaron con los espacios urbanos, en los que predominaban los valores culturales y artísticos de origen europeo, y nace en San Pelayo, Córdoba lo que se conoce como el porro.

 El porro inicia como un género musical independiente y se desarrolla a través de los instrumentos musicales como son el bombardino, las trompetas, el contrabajo, el clarinete, el redoblante, el bombo y los platillos, e inicia su carrera en las zonas costeras colombianas entre 1920 y 1930.

 Los pueblos aledaños y las ciudades que se encontraban en las costas del país tenían la característica de ser los centros de comercialización del resto del territorio, y por ende tenían acceso a todos aquellos productos que se exportaban de un lugar a otro, como es el caso de la música.

 Fue en estas áreas costeras en donde comienza a llegar música europea, criolla, cubana y norteamericana, que progresivamente fueron aportando herramientas al porro, mientras que en el interior del país, se continuaba con el porro tradicional como inicialmente surgió: fusión entre lo rural y lo urbano.

 En este contexto, en 1944 aparece Lucho Bermúdez junto a la Orquesta del Caribe, una agrupación colombiana de raza negra, que inició su expansión del género del porro a nivel nacional, el cual se había alimentado de otros géneros musicales internacionales en las zonas costeras, y es así como Bermúdez se convierte en el pionero de este género musical.

 Ya entre 1950 y 1960 el porro se había expandido a nivel internacional y era reconocido en otros países como “el estilo colombiano de música bailable”, en donde inicia su edad de oro.

 En 1960 se le denomina música tropical a estos ritmos del porro colombiano y continúa su debut  como el principal género musical en Colombia.

 Entre 1970 y 1980 se comienzan a implementar los instrumentos electrónicos en este tipo de música e inicia la aparición de nuevos géneros musicales como el vallenato y el merengue, razón por la cual empieza a disminuir la popularidad de la música tropical.

 Sin embargo, en 1990 aparece Carlos Vives, con lo que él mismo denomina un ritmo fusión, el cual pretendía rescatar la música tropical acompañándola con elementos del pop, el vallenato y el merengue, y es así como sale al mercado la obra de Carlos Vives: Clásicos de la Provincia.

 Continuando los pasos de este joven artista, otros intérpretes se contagiaron por lo que representaba la música tropical en el país y continuaron la misma línea de Vives en la esfera de la música fusión tales como Moisés Angulo y Juan Carlos Coronel.

 Aunque estos ritmos fusión se crearon con influencias de la música tropical, actualmente no se les reconoce ni como fusión ni como música tropical, sino por el término de Tropipop.

 Actualmente, muchos artistas y agrupaciones colombianos continúan siendo fieles a este ritmo tales como Lucas Arnau, Cabas, Mauricio y Palo de Agua, Andrés Cepeda, Bonka y Fanny Lu, por nombrar algunos.

 Cabe resaltar que la música tropical como se conocía en sus inicios aun existe, y aunque es poco abordada en la cotidianeidad del país, hay grupos que especialmente se dedican a eventos, los cuales cumplen con las mismas características de las orquestas en los años de 1950 tales como la de Lucho Bermúdez.

 Toda esta trayectoria de un género musical específico que se desarrolló en el país, nos enseña que incluso cuando quisiéramos borrar toda evidencia de nuestras raíces, simplemente no podríamos hacerlo debido a que todo lo que creamos surge a partir de lo que ya conocemos y tradicionalmente hemos aprendido de Colombia .

“…el triunfo gradual de lo tropical en la cultura colombiana, visibles desde los años 40, se localiza en el espacio entre lo blanco y lo negro, y entre región, nación y englobo de elementos presenten en el corazón de la nación colombiana”.      

     Peter Wade